GUANGUALÍ
CAPÍTULO 2
"CAMINO AL PARAÍSO"

OCTUBRE 1999
VIERNES 11:30 AM


Ya casi ahogándome en la carpa desperté lleno de arena, tratando de acordarme de las fotos de ayer (no fué relevante para la historia el día anterior)((pero había que contarla)) Pronto decidimos retomar la misión, ir a la caleta de Pichidangui y preguntar a cada loco que veíamos por la calle (con cara de pez) por alguna zona donde hubiera donde comprar bueno y en grandes cantidades, hasta que en la botillería "el indio" un pez dijo la palabra mágica "Vayan a GUANGUALÍ poh" al momento ya me sonaba el nombre, pero inmediatamente saltó un amigo diciendo que los habíamos probado una vez en el carrete de quien sabe. Así que partimos. "¡Ojo que no hay señalizaciones para allá y es todo camino de tierra!" Nos advirtió el lugareño.

Ok, ¿Cómo llegar? las coordenadas eran fáciles: Entre Pichidangui y Los Vilos hay un pueblo que se llama Quilimarí de ahí a la cordillera. Y así empezó nuestra travesía por innumerables curvas con un sol aplastante al principio todo bien, íbamos entusiasmados escuchando "Mano Negra" hasta que empieza a pasar el rato y no llegábamos a ninguna parte, preguntábamos a los huasos que sólo se movían en caballo y nos negaban la existencia del pueblo. Entonces nos comenzaron a atacar las dudas: ¿Vamos bien? ¿No habrá sido por ese camino que pasamos? Bueno todas estas respuestas fueron aclaradas cuando llegamos a un gigantesco embalse. ¡Estábamos completamente perdidos! Devuelta nos metimos por otro camino y otro y otro más, todos eran paisajes nuevos, y sin ninguna señalización. Ya comenzando a perder la paciencia y completamente desorientados (sin ni siquiera saber como volver a Pichidangui) Vemos a un niño en caballo. Usaba un sombrero de lana con colores rastafaris. ¿Cómo llegamos a Guangualí? (no pesca el pendejo) ¿Y a qué van allá? (pregunta) ¡A pasear! (sigue galopando el pendex) ((balsa el weón)) ¿y nos vay a decir donde es la weá o no? (ya enojado Nano) Todo esto es Guangualí. (responde y claro eran las primeras casas) ¡Llegamos a la locura! pero algo pasaba estaban las casas, estaba el almacén, un perro, pero de la gente ni hablar, ni un ánima había. Estacionamos. Entramos al único almacén que había el cual tenía una mesa de pool, no había nadie, jugamos pool, Cachureos cargó el celular. en eso pasa un joven de barba completamente bizco. Nos queda mirando (como podía) y nos pregunta por la señora; nosotros ni idea, entonces inmediatamente le preguntamos dónde estaba la gente, pero el nos responde con otra pregunta ¿son de Santiago? si pues ¡h que buena! la gente está toda al final del pueblo. ¡Vamos pa allá! dije al toque, y partimos, nos subimos al auto ¿cómo te llamas le preguntamos al lugareño? José me dicen Joselito (bjjjjmmmm)((risa ahogada)) Sube y vamos. No yo voy a pie no más. Ok. Anduvimos un poco en auto unas 2 cuadras pasamos una subida y no podía creer lo que veía....