martes, 14 de febrero de 2006


CAPÍTULO 12
"LA FUGA"

OCTUBRE 1999
AFTER MIDNIGHT

Ya insertados y completamente entregados al bacilón (¡DE AQUÍ PA ALLÁ DE ALLÁ PA ACÁ) ((¡¡SALTANDO SALTANDO!!)) figuraba completamente fuera de control en la pista de baile con mi pareja de toda la noche, pero al lado mio figuraba una escena bastante particular, ya que Jaime me dice “Estoy bailando con la reina de Guangualí” (Recordemos que llegamos justo en las fiestas de pueblo que como en todas las fiestas tradicionales eligen su monarca anual) ((y digámoslo bien, la lola no era muy agraciada pero el cuerazo que tenía era lejos lo major de la zona)) Veo que Nano me hace señas para que salga un rato, estaba con Cachureos y dos peucas del sector. Voy con Jaime (las lolas se quedan bailando solas un rato) “¡Oye vamos a ir a comprar más copete!” Jaime (que es el que manejaba y dueño del auto) no tenía ninguna intención de dejar a su reina sin consorte (yo tampoco) entonces Cachureos se ofrece a ir con Nano y sus respectivas peucas. “Ok, les paso el auto” – dice Jaimillo, “pero háganla corta” , que les dijera y partieron. Nosotros seguimos en el bailoteo su buen rato y lógicamente ya entrada la noche después del sound la continuación natural era que estos cantantes (ya completamente transpirados porque jamás pararon un segundo) se pusieran a cantar rancheras que eran los temas que se bailaban apretados. (claro que el concepto de bailar apretado era un tanto distante del que conocíamos nosotros, así que tuvimos que enseñarles) bueno después de lo lógico que pasaría se acaba la fiesta y salimos con nuestras parejas a compartir con los locales que a esa hora nos adoraban y nos seguían llenando los vasos. Pero faltaba un gran detalle, del auto no había ni señas (ya habían pasado 2 horas de que fueron a comprar) Ya completamente borrachos todos se empiezan a ir estabamos todos cagaaos de la risa menos Jaime que estaba pálido, seguramnete pasándose todos los rollos que se podia pasar (chocaron, pacos, se lo robaron, los abdujeron, mil cosas) ((obviamente preocupado por el auto más que por los cabros)) cada vez se va mas gente, nuestras lolas nos dejan (las vino a buscar el papá) Y ya Jaime estaba completamente desfigurado viendo que empezaba a amanecer, lo acompaño a que llamara a un teléfono público (Cachureos era el único que en ese tiempo tenía celular) ((y ovbiamente lo tenía apagado)). Pasa el rato y derepente lo vemos aparecer, llegan y se estacionan en carrete como si todavía estuviera en su esplendor. Jaime furia se acerca al auto y con solo una mirada a Cachureos se da cuenta que tenía que pasarse al asiento de atrás. Estos weones estaban raja, el auto estaba cochino y con manchas de copete y lleno de barro, las minas cagadas de la risa, la que estaba de copiloto también se pasa para atrás. Cachureos se pone a dar mil y una explicaciones a un Jaime que estaba a punto de explotar de la rabia y más aún cuando una de las minas se le acerca a decirle algo y le quema el techo con el cigarro dejando un boquete no menor. Nano no decía una palabra y miraba con cara de culpable. Para Pichidangui se habían fugado los weones. Llegamos a Guangualí dejamos a las minas y nos fuimos al campamento. Se bajan del auto Nano y Cachureos, yo me quedo con Jaime que acelera y se va detrás de la cancha de fútbol, frena viloentamente, grita, se desahoga, llora un poco, nos fumamos un caño para tranquilizarse. Ese día algo de nuestra amistad se había quebrado para siempre...