martes, 17 de octubre de 2006



EL SHAMÁN
Capítulo 6
“EL HERMANITO”

Cochiguaz, Febrero 1997

No podía ocultar mi evidente frustración y rabia, después de haber escuchado semejantes palabras, como que el sueño que me disponía a vivir había quedado en un mero engaño. Me vi nuevamente siendo manipulado por las esencias femeninas (Son como esporas que lanzan al aire, nublando la mente y transformando todo en color de rosa) ((EL CANTO DE LAS SIRENAS)).
Sacudo la cabeza y vuelvo al Elqui y me doy cuenta que los hermanos están felices compartiendo con todos en un patio interior donde sólo sirven té, pues esta señora nos explicaba que el ritual debía ser en completa ayuna, (En ese momento recuerdo que aún no me bajaba el gigantesco asado con papas fritas que me había comido al almuerzo) y lo más importante: No haber tenido relaciones sexuales durante 24 horas (¿?¿??¿??¿?) supuestamente por una cosa de salud mental… (jamás entendí eso… pero bueno…) Aparece el personaje supuestamente tío de Luz y le dice a Amanda (la señora hippie) que en 5 minutos ya podían salir al patio “el hermanito” estaba casi listo… Miro de reojo hacia fuera y veo en el fondo de un patio gigante un Tipi (tiendas indias) ((esas que tienen forma cónica usada por los pieles rojas en las películas del Oeste)) de la cual se veía una silueta moviéndose dentro de ella, estaba de rodillas como rezando. Antes del tipi se encontraba una fogata rodeada por un circulo de piedras dispuestas como asientos para cada uno de los comensales.
Bueno parece que el hermanito está listo y ya los puede recibir. Pasamos al patio nos sentamos rodeando la fogata, mis dos amigos se instalan a mi derecha y se frotan las manos en los pantalones, mi corazón se estaba apunto de salir por la boca… veo al resto de la gente participante (unos 25 en total) ((la gran mayoría extranjeros)) nosotros lejos éramos los más jóvenes, sobre todo yo, porque Joaco por lo menos representaba más edad… entonces me pregunto ¿Qué mierda hago acá?
Aparece Amanda con su túnica que se transparentaba con el fuego de la fogata y con los brazos extendidos anuncia al hermanito que ha viajado desde tan lejos para traernos el ciguri, (así llamaban al peyote puesto que el hermanito provenía de la tribu de los tarahumaras) luego esta señora, toda ceremoniosa presenta al “hermanito Juan” y tan simple como su nombre aparece saliendo del tipi este misterioso hombre, sin ninguna parafernalia especial, sólo un hombre común y corriente, con rasgos indígenas netamente marcados eso sip, extremadamente flaco y bronceado, la piel seca y arrugada (aunque no creo que tenga más de 54 años) pelo semi canoso ni tan corto ni tan largo, camisa escocesa azul, y blue jeans y hojotas o sandalias a diferencia de todos estos hippies que hablaban con una eterna sonrisa, ojos entre abiertos y voz suave el hermanito tenía una mirada arisca y penetrante, rostro serio pero con (y de verdad lo digo) un aura que intimidaba a cualquiera. En sus manos llevaba una ollita y en la otra un plato hecho con la misma corteza del peyote. Con un cucharón toma un par de sorbos y comienza a hablar en su idioma indígena, comos le estuviera hablando a todas partes, menos a nosotros, nadie entendía nada pero todos lo escuchábamos atentamente. Repetía mucho la palabra “ciguri ciguri” Luego curiosamente empieza a hablar en mejicano… “Ahora voy a pasar uno por uno y voy a depositar el espíritu de la naturaleza en cada unos de sus corazones” Diciendo esto se acerca a una chica de apariencia alemana pero en realidad era francesa. (curiosamente Amanda y el tío de Luz se quedaron aparte de este círculo y sólo miraban desde atrás) El hombre después de entablar un cambio de palabras con la francesa le acerca el plato a la boca y la mujer bebe, el le toma la cabeza a la mujer y comienza a rezar, pero la forma en que le hablaba era tan sigilosa que pareciera que sólo ella lo podía escuchar y así fue pasando uno por uno, algunos vomitaron otros no yo ya no podía pensar, nunca me dieron ganas de arrancar o arrepentirme pero si tenía esa sensación de niño cuando uno va subirse por primera vez a la Montaña Rusa pa peor me había sentado antes que mis dos amigos por lo que iba a ser el primero en tomarlo del grupo, de repente siento su aroma enderezo la cabeza y “El Hermanito Juan” me miraba directamente a los ojos….

(Sigue)