miércoles, 13 de septiembre de 2006
EL SHAMÁN
Capítulo 5
“ON THE ROAD…”
Valle del Elqui - Cochiguaz Febrero 1997
Al otro día después del almuerzo con la familia (esos que terminan tipo 5 de la tarde) ((con asado, papas fritas, mil ensaladas y helado de postre)). Me llama Rodrigo para saber si estaba listo, yo apenas me podía mover por la redonda barriga que me encontraba después de comer, pero para no hacerla tan tarde les dije que me fueran a buscar no más. Este no es un blog turístico así que me voy a omitir de contar los maravillosos paisajes del camino o ese verde que está como infiltrado en el desierto, haciendo vida de la nada, el aroma de la poesía, los embalses azules intrusos, la maravillosa arquitectura de adobe de Vicuña (ojo con las ventas de cactus de Vicuña) ((San Pedro me lo dijo)) las arrugas que provoca el abrazante sol en las caras de los pueblerinos de Monteáguila, pero sobre todo el manto infinito de cielo celeste que iba junto a nosotros y perseguidos por traviesas nubes blancas. (Volón Pseudo-Poético Necesario)
A medida que nos adentrábamos en el valle y en la curva para Cochiguas, el cielo cambia drásticamente de un color salmón-magenta-rojizo increíble yo estaba con la cabeza fuera del auto cual perrito sacan de paseo. Antes de obscurecerse completamente nos empezamos a complicar con los caminos de tierra y (la típica del volado) que no sabíamos si nos pasamos o no. El mapa que me dio luz era bien críptico ya que no nombraba ninguna calle, sólo eran dibujos de sauces, rocas con forma, por lo que debíamos llegar antes de que se obscureciera completamente. Como todo este viaje prácticamente fue como guiado de la mano mística de alguien no tuvimos absolutamente ningún problema en seguir las pistas y llegar al gran portón blanco con forma de arco que había en la entrada. Pusimos el auto frente al portón y empezamos a hacer cambio de luces porque timbre no había por ninguna parte. Al cabo de un par de minutos llega un hombre de la zona, vestido de cómo campesino pero sin chupalla, se acerca a nosotros, junto a una jauría de perros de distintos tamaños aparecían de todas partes. Yo al ver la cantidad de perros que se acercaban, inmediatamente me entro al auto, (aunque al momento de hacerlo me di cuenta de que no era necesario) el hombre sin preguntarnos nada comienza a abrir el portón, los perros se forman a la orilla del camino como dándonos la bienvenida (aunque supongo que si hubiésemos llegado a la mala nos hubieran destrozado). Asomo mi cabeza por la ventana para hablar con el hombre. “Somos invitados de…” El cuidador me interrumpe mira hacia el camino y dice “Siga el camino por favor” Nosotros callados avanzamos. El hombre cierra el portón y los perros se dispersan. Seguimos por el camino que de pronto se volvió muy oscuro, por lo que ponemos las luces altas y .....¡Ahhhhhh!.... como por obra de magia frente a nosotros a parece una mujer. Íbamos despacio así que alcanzamos a frenar pero no sin haber dejado una polvadera. La mujer era extranjera, rubia, ojos claros, nos regala una sonrisa y se pierde en el los arbustos. Nos miramos perplejos y por primera vez nos cuestionamos todos en donde nos estábamos metiendo…
Al llegar a la casa notamos varios autos estacionados de todas las marcas, nada ostentoso. La casa era maravillosa dos pisos como colonial con grandes murallas de color blanco, ventanales redondos, unas antorchas nos indican donde estacionarnos, se acerca una mujer de pelo largo, canoso, con pinta de hippie, nuevamente saco la cabeza por la ventana y antes de que dijera algo, me dice: “Tú debes ser el amigo de Lucille” “que bueno que viniste, seguro que no les costó nada llegar.”
(En ese momento yo creo que mi mandíbula se calló al suelo rompiéndose en mil pedazos) ((Como es posible que habiendo tanta gente, supiera perfectamente quien era y como había llegado o incluso llegar a mi dentro de tres personas que íbamos en el auto de casi la misma edad)) (((o sea a Luz la conocí en un carrete, pensé que ni ella se acordaba de que me había invitado))) ((((En todo caso me hizo sentir bien recibido a cagar, considerando la incertidumbre con la que iba)))) “Pasen por la casa hasta el patio y sírvanse un té, porque no pueden comer nada hasta la ceremonia”
- ¿Y Luz?- pregunto yo.
- Lucille, volvió a París hoy en la mañana. (y acota) ...tu aura es tal cual como ella la describió.
CONTINUARÁ……..
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